Fernando Lugo: Los cazafantasmas, el fuego amigo y los daños colaterales
Cuentan que durante la campaña del Afrika Korps que convirtió al Mariscal Erwin Rommel en una leyenda, en Alemania y en todo el mundo, el recordado estratega de la Segunda Guerra Mundial obligó en una oportunidad con sus astutas estratagemas a que las tropas aliadas se enfrentaran entre sí.
Sea auténtica o no la leyenda, un pequeño grupo guerrillero fantasma que mantiene en vilo a los organismos de seguridad del cura Fernando Lugo en Paraguay, logró someter a los uniformados del gobierno a un papelón histórico con reminiscencias de la célebre leyenda guerrera teutona.
En la madruga del domingo 9 de mayo, 350 efectivos de las fuerzas militares irrumpieron en una casa particular donde se realizaba un festejo de cumpleaños, de la localidad de Hugua Ñandú, Departamento de Concepción, en busca de una integrante del EPP, quien sería Magna Meza, según datos militares y que según un informante se encontraría en ese lugar. La casa es propiedad del suboficial Fermín Colman, que presta servicio en la zona del Chaco paraguayo se encuentra a pocos metros de la subcomisaría de la zona.
El confuso incidente se produjo donde desde hace 15 días rige la medida de excepción declarada por 30 días para atrapar a los cabecillas del autodenominado EPP.
En dicho lugar, realizaron varios disparos intimidatorios por parte de los militares, obligando a los presentes a realizar un cuerpo a tierra. Según la denuncia del suboficial Colman, los militares lo golpearon sin mediar palabras, quienes le preguntaban dónde escondía a Magna Mesa.
La sub-comisaría 27 de esa localidad, a 600 kilómetros al norte de Asunción, también fue copada por tropas militares que también irrumpieron en una fiesta familiar en la que se creía que estaba Magna Meza, una cabecilla del EPP. Otro grupo de militares rodearon la sub comisaría y a tiros redujeron los 22 oficiales que se encontraban en el lugar, según informó el jefe de dicho predio policial, Blas Ortiz, al ministro del interior, Rafael Filizzola, quien se presentó a los lugares del hecho. Esta misma subcomisaría es la que fue asaltada y quemada por miembros del EPP en abril de 2006, aunque en este caso el ataque provino del fuego amigo.
En el mismo incidente, según la versión policial, fueron sustraídas por los militares más de veinte armas cortas y dinero en efectivo por valor de algunos cientos de dólares.
INTELIGENCIA MILITAR
Dijo Groucho Marx que Inteligencia militar son dos palabras que se contradicen, y el tragicómico episodio paraguayo parecería confirmarlo.
Los militares dicen haber tenido la información de que en una vivienda donde se celebraba un cumpleaños de 15 de una joven, ubicada a metros de la comisaría de Hugua Ñandú, era criado el hijo de la prófuga Magna Meza, del EPP.
Graves errores en el procesamiento de datos por agentes de inteligencia militar habrían llevado a atacar la subcomisaría 27ª . Los castrenses se basaron en un informante que es un ex colaborador del Ejército del Pueblo Paraguayo (EPP).
Éste les dijo que la secuestradora Magna Meza iba a estar en un cumpleaños y que ante un eventual operativo se refugiaría en el puesto policial ubicado cerca del lugar.
Entonces, los militares irrumpieron en el lugar y también tomaron, a tiros, la sede policial, sin resultado alguno.
FUEGO AMIGO Y DAÑOS COLATERALES
La joven que festejaba sus quince años cuando irrumpieron las tropas en la celebración familiar, rescató con humor la parte positiva del incidente afirmando que había tenido una fiesta “inolvidable”.
De cualquier manera, lo cierto y concreto es que el enfrentamiento a tiros por el control de la Comisaría 27 entre policías y militares casi termina en tragedia, dando más letra a la oposición al cura Lugo, que hoy ha llegado a reclamar la renuncia del mismo obispo-presidente.
Una nueva tormenta política es el principal daño colateral del episodio. Ante la situación de anomia, l presidente del Congreso paraguayo, Miguel Carrizosa, dijo que si el Presidente Fernando Lugo no se siente capaz de gobernar debería renunciar a su cargo.
Agregó que, debería dar un paso al costado y advirtió que el juicio político es la última opción. Si el mismo se da cuenta que no le da el cuero, que renuncie, afirmó Carrizosa. El tema del juicio político a Lugo para su destitución se ha venido mencionando desde bastante tiempo atrás.
Otros efectos colaterales del nuevo papelón luguista son una fuerte corriente de opinión que desconfía de la vocación democrática de Lugo tanto como de sus aptitudes para gobernar el país. La mayoría de los líderes políticos desconfía que el cura busca un respaldo del UNASUR para desconocer al Congreso paraguayo y eludir su destitución por la vía del impeachment, contemplada en la Constitución paraguaya.
El senador Carrizosa también indicó que la Unión de Naciones Suramericanas (Unasur) jurídicamente no existe y que el Congreso paraguayo tardará mucho en reconocerla, luego de que Lugo buscara respaldo en dicha organización para la situación interna.
“El estado de excepción es una farsa” criticó por su parte en la tarde de hoy el ex presidente Nicanor Duarte Frutos. “Las fuerzas que se trasladaron al norte para brindar seguridad a la población, terminaron baleándose entre sí, suscitando la burla internacional” añadió.
Es que como ya lo señaló con certeza Aldous Huxley: Existen tres clases de inteligencia: la inteligencia humana, la inteligencia animal y la inteligencia militar. El estado de excepción del cura Fernando Lugo nos acaba de confirmarlo.
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